viernes, 28 de marzo de 2014

Aprender con arte: reflexionando en torno a la difusión cultural digital. Las visitas virtuales

En la entrada de hoy de Los Laberintos del Arte os queremos proponer un debate sobre la tecnología aplicada a la divulgación artística en la actualidad. ¿Desde los museos y las instituciones culturales se difunde o se discrimina tecnológicamente de manera inintencionada? Esa es la cuestión y ahora nos explicamos.

Este es un debate que se repite con cierta frecuencia, concretamente cuando se produce un salto tecnológico, saltos que cada vez se producen con más rapidez, acortándose los tiempos hasta que llega la próxima revolución tecnológica.

Second Canvas Application del Museo Nacional del Prado

Esta cuestión que os planteamos viene al hilo de la última tendencia que se está dando en los museos en relación con la tecnología, que es la inmersión por parte de varias de las grandes instituciones museísticas de este país en el mundo de las aplicaciones para móviles y tablets. Seré breve en mi juicio porque me interesa más hablar del recurso de las Visitas virtuales.

Creo sinceramente que los museos tienen el derecho de vender libremente los productos que crean convenientes para poder financiar los enormes gastos estructurales que tienen, siempre y cuando no se caiga en algo burdo y que desvirtúe la idea de la institución. Sobre todo lo que no debe perderse es la idea de que además de ser el lugar destinado a la conservación de la obra de arte, el museo constituye el lugar desde donde mejor se ha de difundir la cultura que alberga.

Dicho esto, considero que con las aplicaciones tan en boga ahora están equivocando el público objetivo al que se dirigen (o al menos seleccionando demasiado), porque evidentemente no todo el público que tiene interés por la cultura tiene acceso a esta tecnología, que no está al alcance de todos los bolsillos y más aún en la actual situación económica que atraviesa España (no olvidemos que no sólo hay que disponer de una tablet o un móvil de cierta calidad o marca, sino que a ello hay que sumar el coste de la propia aplicación).

Apps Museo Thyssen

En resumidas cuentas, si el usuario no pasa por el aro de las nuevas tecnologías (o determinados productos y marcas), queda apartado de estas nuevas herramientas para apreciar el arte, lo que no deja de ser en cierto modo discriminatorio.

No olvidemos que en una ciudad como Madrid quedan aún muchos colectivos que no pueden o no saben acceder a un museo debido a circunstancias educativas, económicas y sociales. ¿De qué sirve apostar por la difusión a través de tablets y móviles si hay ciudadanos que aún no han tenido oportunidad de visitar un museo en persona u otros están perdiendo la posibilidad de hacerlo debido a los precios desorbitados de las entradas?

Corremos el riesgo de hacer aún más grande la brecha existente entre la población con acceso a la cultura y la población que no puede. Accesibilidad no es sólo una pantalla táctil; es también llevar el museo a lugares desfavorecidos o incluso asegurar una buena atención personal dentro de la institución, cosas que no siempre existen o se consiguen.

Esta conclusión personal, que en ningún momento pretende ser tomada como dogma, fue la que me llevó a pensar en aquellos recursos que sí ayudan a difundir la cultura, que dan herramientas al usuario medio para poder disfrutar del arte sin tener que poseer ningún producto Apple o una tablet. Por ello pensé en las Visitas Virtuales, que sí están abiertas a todo el mundo y que son un recurso fantástico para estar en contacto con el arte cuando es muy difícil visitar personalmente el museo o fundación.

Portada del minisite de la exposición Impresionismo: un nuevo Renacimiento

Con la exposición Impresionismo: un nuevo Renacimiento (15 enero-22 abril 2010) la Fundación Mapfre Cultura inauguró un recurso entonces novedoso que han ido tomando otras instituciones como el Museo Thyssen-Bornemisza, la Biblioteca Nacional o Patrimonio Nacional para ayudar así a difundir y documentar las exposiciones que realizan. Este recurso es conocido generalmente como visitas virtuales. 

Y os preguntaréis, siendo ambos recursos pensados para ser utilizados a través del ordenador, ¿por qué van a ser mejores las visitas virtuales que las aplicaciones? 

La primera razón es que ante la imposibilidad de ver el arte en directo, que es la mejor manera de verlo sin ninguna duda, la visita virtual es un recurso gratuito al que accede todo el mundo que tenga una conexión a internet (la no universalidad del uso de internet también daría pie a discusión).

Inicio de la visita virtual de Impresionismo: un nuevo Renacimiento

En segundo lugar, para la institución organizadora sirve de estímulo al público para que se acuda a ver la exposición en directo cuando todavía está en vigor, porque está demostrado que acrecienta el interés del público por la muestra.

Asimismo, cuando la exposición termina la visita virtual no desaparece, sino que queda como recuerdo de cómo fue aquella exposición, algo que no suele ser lo habitual pero que permite volver a "pasear" por sus salas.

Además, para el que desee estudiar la exposición es un recurso estupendo, porque además del catálogo, puede comprobar cómo se dispusieron las obras a lo largo de la misma, qué diálogos artísticos buscó crear el comisario de la exposición, etc.

Tampoco creemos que sea especialmente barato crear este recurso, más bien al contrario. Por suerte se entiende que ese gasto que ocasiona el soporte de la visita virtual es una inversión y no dinero perdido.

Parte del recorrido de la exposición Impresionismo: un nuevo Renacimiento

Los controles de esta herramienta son de lo más intuitivos, teniendo en la parte baja una serie de comandos que nos permiten movernos por ese espacio virtual, acercarnos a los cuadros o tener un punto de información en caso de tener dificultades para manejarlo. Incluso se puede ver a pantalla completa si se desea.

Por su parte, en el lado derecho de la pantalla encontramos una columna donde se hace una relación del despiece de la exposición por si queremos ver algo en concreto y su situación dentro de las instalaciones de la Fundación Mapfre Cultura.

En último lugar, a lo largo de la visita virtual encontramos flechas que nos van guiando por el itinerario planteado en la exposición.

Para el que quiera revivir aquella primera exposición con visita virtual, le dejamos el enlace para que pueda hacerlo: http://www.exposicionesmapfrearte.com/impresionismo/
Esperamos que os haya interesado el debate y que si no tenéis oportunidad de ir a las exposiciones en directo, al menos esta herramienta sirva acercarse virtualmente al museo o fundación. 

4 comentarios:

  1. Se corre el riesgo de que la cultura quede en manos de una élite acomodada desde el punto de vista económico y con posibilidad de manejar recursos tecnológicos que suelen ser caros.
    Un saludo.

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  2. Cayetano:

    Esa es la sensación que yo tengo, que cada vez estamos perdiendo más el control sobre esta información tan valiosa para que quede en manos de cuatro aprovechados que quieren hacer dinero con ella.

    No obstante, no debemos perder de vista de que esta idea de que el Arte es para todos es muy de nuestro tiempo, muy "democrática". Históricamente el acceso a la cultura ha estado restringido a unos pocos.

    Lo que ocurre ahora es que hay gente no privilegiada que tiene la formación suficiente para apreciar el arte y que se siente parcialmente discriminada con esta revolución tecnológica.

    Por suerte la experiencia de vivir el arte en directo no nos la quita nadie.

    Muchas gracias por tu comentario. Un saludo

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  3. Interesante debate, sobre el que no tengo una opinión cerrada. Aunque sí tengo la sensación de que queremos construir las ventanas cuando aún no hemos edificado las paredes. Cuando todavía no hemos "universalizado" el acceso a los museos, ya estamos ideando otro tipo de sistemas, que, lejos de hacer el arte más accesible, lo restringe a la esfera de unos pocos, como bien explicas en el artículo. A veces las nuevas tecnologías nos avasallan.

    Felicidades por el artículo y las reflexiones que salen del mismo. Un abrazo y buen fin de semana, Jesús

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  4. Jesús:

    La intención de este escrito era esa, que reflexionásemos un poco sobre cómo estamos utilizando las herramientas tecnológicas en el mundo de la difusión cultural.

    A mi personalmente me parece que se nos está yendo un poco de las manos, que queremos dar pasos muy rápido cuando hay gente que ni siquiera está en la casilla de salida.

    Por ese motivo me parece un poco absurdo querer ir tan deprisa, porque la difusión implica integrar a la gente, no crear barreras entre los pudientes y los no pudientes. Y sobre todo, de lo que se trata es que la gente vaya a los museos, en vez de gastarse el dinero en cosas que no responden al interés general.

    Muchas gracias por tu comentario. Tu aportación ha sido muy interesante. Un saludo.

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